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A lo largo de la historia los seres humanos hemos sido capaces de generar infinidad de conflictos. Sin embargo, sólo el conflicto sirio merecería – por sus desgraciadas circunstancias– una nueva versión reeditada de los “Momentos Estelares de la Humanidad” de Stefan Zweig ( Viena, 1881-1942).
Junto a relatos históricos como el de la conquista de Bizancio de 1453, o la batalla de Waterloo de 1815, el conflicto sirio ostenta el distópico honor de liderar el podium de los conflictos intratables.
En Oriente Medio, desde hace más de 2000 años a.C., afrontamos una crónica contínua de sucesos, guerras y conflictos hilvanados con el secular elemento religioso de fondo. Pocas partes del mundo han sufrido con tanta resignación las profecías bíblicas y con tanto emotivismo atávico la maldad de los hombres.
El conflicto concreto de Siria viene extendiéndose en el tiempo desde el Acuerdo de Asia Menor tras la I Guerra Mundial, de forma que éste se encuentra enquistado y con mucho “resquemor histórico”.
El conflicto armado en Siria presenta, pues, una serie de elementos que lo convierten en un conflicto perfecto, es decir, perfectamente intratable:
soluciones interdependientes yobjetivos incompatibles.
El primero de esos elementos es el conflicto derivado de la “Guerra Civil” entre sirios. El actual gobierno de al-Asad y los denominados “rebeldes”, entre los que se encuentran principalmente los militares desertores del Ejército Libre de Siria (ELS).
El Ejército Libre de Siria lucha por revertir el funcionamiento corrupto y de violación de los derechos humanos de un gobierno dictatorial que, aunque representante oficial y legal de un Estado soberano, niega sistemáticamente al pueblo sobre el que gobierna, sus derechos más elementales.
Los leales al Gobierno de al-Asad, luchan por mantener su estatus quo, el régimen político actual y su legitimidad formal como representantes del Estado de Siria, y aplastan sistemáticamente toda disidencia política.
La satisfacción de los objetivos del Ejército Libre de Siria juega en modo inversamente proporcional a la satisfacción de los objetivos de los leales al Gobierno de al-Asad.
El segundo de esos elementos es el conflicto derivado de la irrupción y expansión del wahabismo en Oriente Medio y la lucha por la supremacía del Islam entre Suníes y shiíes.
Las relaciones entre las comunidades musulmanas no nos hablan de concordia. El Estado Islámico, hoy mayoritariamente desmantelado, supo aprovechar la coyuntura de la Guerra Civil Siria y expandirse por gran parte del territorio del país.
La irrupción del Estado Islámico en su lucha por el control territorial en Siria hizo que se enfrentara, por incompatibilidad total, con los leales a al-Asad, con el Ejército Libre de Siria, a los nacionalistas Kurdos y a los grupos islámicos como al-Nusra, entre otros.
¿ Pero, cuáles son los objetivos de las distintas partes del conflicto?
Los alauitas –que forman parte de la rama Shií del Islam– son un 15% de la población de Siria y quieren permanecer en el pder. A esta rama del Islam pertenece la familia del Presidente al-Asad.
Los chiítas, en general, quieren lo mismo que los alauitas.
Los sunitas – que son la gran mayoría de la población de Siria– quieren un gobierno de la mayoría y la democracia. Sin embargo dentro de la rama sunita destacan los islamistas suníes o fundamentalistas de al-Nusra y al-Islam que quieren un gobierno de la sharia y pan-islámico
Los judíos, cristianos, y otras minorías quieren seguridad, y temen un gobierno sunita;
Los kurdos: quieren autonomía al más alto nivel. Algún tipo de comunidad con otros kurdos. Los Kurdos son Aliados de EEUU en su lucha terrestre contra Estado Islámico pero al mismo tiempo enemigos de Turquía, que es el principal aliado de la OTAN en la zona.
Y finalmente, el tercero de esos elementos es el conflicto derivado de la lucha por la hegemonía geopolítica internacional entre Rusia y EEUU; la hegemonía regional entre Arabia Saudí e Irán; y por supuesto, Israel…siempre Israel con multitud de frentes abiertos. En este punto, para comprender el alcance de las aristas internacionales del conflicto resulta obligado que los lectores conozcan la siguiente lista con sus respectivos objetivos:
Israel quiere una Siria dividida en partes más pequeñas, separadas de Irán, mantenimiento del statu quo de los Altos del Golán, y un nuevo mapa para Oriente Medio
EE.UU. quiere lo que Israel quiere, y el control sobre los oleoductos y gasoductos
Reino Unido desea lo que EE.UU. quiere;
Francia, antigua co-responsable con el Reino Unido para la descolonización post-otomana de la zona, quiere que se confirme la amistad franco-siria;
Rusia quiere una base naval en el Mediterráneo, y un “aliado” en la región;
China quiere lo que Rusia quiere
La UE quiere lo que quieran Israel y EE.UU. quiere lo que quiera Francia;
Irán quiere poder para los chiítas;
Irak quiere una mayoría chiíta, y lo que quiera Irán;
Líbano quiere saber lo que quiere;
Arabia Saudi quiere el poder para los sunitas;
Egipto quiere se el encargado de gestionar los conflictos;
Qatar quería lo mismo que Arabia Saudita y Egipto, pero ahora que mantiene un pulso diplomático con Arabia Saudí, podría replantear su postura;
Los Estados del Golfo quieren lo que EE.UU. y el Reino Unido;
La Liga Árabe no quiere la repetición de Libia, quiere intentar que se respeten los derechos humanos;
Turquía quiere afirmarse en relación con los sucesores (Israel y EE.UU.) de los sucesores (Francia-Reino Unido-Italia) del Imperio Otomano, y una zona colchón en Siria. En cualquier caso, no permitirán que los Kurdos aprovechen, la coincidencia de objetivos en la lucha conjunta con EEUU contra el wahabismo, para conseguir alguna ventaja incompatible con la actual posición turca en la materia: No al Kurdistán ni a ningún tipo de autonomía que aliente más separatismo.
con muchas aristas,con muchos factores que dificultan una negociación,o cualquier otro medio de resolución de conflictos.
La polarización de las posiciones, intereses, preferencias, etc… en torno a constitución de coaliciones así como la enemistad y hostilidad entre los actores implicados, hacen más costoso llegar a un acuerdo que permanecer en el conflicto.
El conflicto sirio es espacialmente destructivo. Tiene el mayor nivel de intensidad local, regional y mundial que se conoce desde la II Guerra Mundial. Es especialmente dañino.
Aunque la ONU quiere emerger como el gestor de los conflictos, estamos ante un conflicto perfectamente intratable que se aleja cada día más de la posibilidad de ser resuelto y sobre el que se tiene la percepción de que resulta necesario resolver para conseguir la paz mundial.